Conferencia
del Dr. Juan Bosco Abascal Carranza:
Debo
reconocer a las figuras familiares e históricas que más influyeron en mi vida. Destacan
mis padres, Salvador Abascal Infante y Guadalupe Carranza; mi abuelo Adalberto
–Primer Jefe Civil de Ejército Cristero–, y autores de la talla de William
Shakespeare, León Tolstoi o Fiodor Dostoievski. También Jean Paul Sartre, por
su valerosa conversión final al Catolicismo. A Don José Vasconcelos, Maestro de
América, creador del lema de la UNAM: “Por mi Raza Hablará el Espíritu Santo”.
Analizo “La Humanidad Depredada y Depredadora”, vista
desde las diferentes posturas que cada cual puede asumir ante la presencia del
Mal en el mundo. Demuestro que la afirmación de que “descendemos del mono” es un simple fraude científico ya
descubierto, y que Charles Darwin fue un mitómano empeñado en demostrar lo
indemostrable.
Mi tesis
central: No hay Crisis de Valores, sino ausencia de Virtudes. De esta
brutal y dramática ausencia se derivan “Los
Azotes del Tercer Milenio”.
Desacralización: lo sagrado se convierte intencionalmente en
cosa profana.
Mitologización. Se eleva a la categoría de “diosas legendarias” y “mitos adorables” a las fiestas sagradas
mundanizadas, a cínicas prostitutas famosas, y a grandes deportistas.
Trivialización. Es la merma de la importancia de los valores
absolutos o menosprecio irónico y aun sarcástico de un asunto grave.
Descristianización. Existen duras persecuciones contra Cristo y
sus fieles. Alguien quiere arrancar al Hijo de Dios del corazón de los hombres,
en todos los rincones del Planeta.
Deshumanización. Nuestras crisis terminales son crisis de “hombreidad”. La Tierra está dolida por
la presencia del Hombre, y éste es el peor enemigo de sí mismo.
Sincretización. Miles de cultos anticatólicos cobran
identidad propia a partir de la convergencia de ritos y creencias provenientes
de diferentes tradiciones religiosas, incluyendo ideas cristianas.
Irracionalización. Le quita a la Psicoterapia y a la Filosofía
uno de sus rasgos esenciales: la racionalidad.
Infiltración. Es una perversa e ignominiosa táctica
invasiva, tan antigua como la del Caballo de Troya, pero que se manifiesta de
manera mucho más clara a partir de la Segunda Guerra Mundial.
Desvinculación. La persona rompe con el Absoluto, para
convertirse en insurgente contra el orden natural de las cosas.
Desmoralización. Es el rasgo esencial de Postmodernismo o de
la “era del desencanto”.
Desvertebración o Desarticulación. Se ha perdido la certeza de que todos los
habitantes del planeta somos idénticos en lo esencial, y que nuestra columna
vertebral por excelencia es La Familia.
Emotivización. La viven los Emos, que es la tribu urbana que cultiva la depresión como virtud.
Desconstrucción. Se pretende demostrar que debido a los
diversos estratos semánticos del lenguaje, “es
imposible determinar un sentido único de un texto idea o afín.
Relativización del Absoluto y Absolutización
de lo relativo. Es la mejor
alternativa para no sentirse mal después de haber hecho algo incorrecto.
Secularización. Consiste en tomar el creciente “avance” de la ciencia –y especialmente
su capacidad de controlar la naturaleza a través de la tecnología– como el mejor
pretexto para suprimir la filosofía, la religión e incluso la fe cristiana.
Globalización versus Desglobalización. Al analizar más de cerca y con mayores
detalles el fenómeno conocido como “Globalización”,
es imposible dejar de referirse a su simultánea antítesis: “Desglobalización”.
Falsificación Sectaria. Es el profundo “afán de mentir” para convencer a millones de incautos acerca de la
verdad de “hechos” casi totalmente
falsos en materia religiosa.
Laicización. El laicismo es el crimen máximo que destruye
a las familias y por ende a las naciones.
Sionización o Mundialización del Capital
Especulativo. Unas cuantas
personas astronómicamente ricas controlan casi todo el poder financiero de la
Tierra, y el Poder Global.
Propongo
como solución redescubrir la respuesta a las cuestiones fundamentales: De dónde
Vengo, Quién soy y a dónde voy: Origen, Identidad y Destino, para que poniendo
moda nuevamente el amor a la Virtud, podamos ser felices desde esta vida.
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